domingo, 26 de mayo de 2013

Educación para la Salud: la importancia del concepto


Articulación de la educación y la salud
La educación y la salud se desarrollaron durante
mucho tiempo como dos disciplinas paralelas pero
aisladas, adoptando distintas formas y prácticas como producto de los requerimientos del desarrollo
histórico de una sociedad. Durante el siglo XVIII la
medicina comenzó a transformar su concepción
acerca de la causalidad de las enfermedades, sobrepasando las barreras de los espíritus malignos (paradigma mítico mágico de las culturas primitivas);
de la determinación de componentes de la naturaleza recogidos en el libro de Hipócrates Aires, aguas y
lugares (paradigma naturalista) y los miasmas (tránsito hacia la búsqueda de la causalidad en componentes o resultados de procesos naturales aún no
observables). El descubrimiento de los microorganismos y las primeras leyes de la genética fueron
acontecimientos que orientaron el camino de la causalidad. No obstante, el desarrollo de las ciencias de
aquella época no permitía la integración de estos
conocimientos con los que provenían de la actividad
económico-social y psicológica para entender su papel en el condicionamiento de la salud y la enfermedad (paradigma biologicista de la medicina). A finales del siglo XVIII, se aceptaron los factores externos
vinculados a las actividades cotidianas del hombre,
tales como las características del trabajo y modo de
vida (Ramacini, 1700), la calidad del agua de consumo (John Snow, 1836), las características de la vivienda en los barrios pobres (John Ferriar, 1792), la fábrica como productora de enfermedad (Thomas Percival,
1784), las condiciones de vida miserables (Informe
Chadwick al Parlamento inglés, 1842), el hambre y la mala higiene (R. Virchow, 1848) y a las desigualdades
económicas, jurídicas y sociales de los trabajadores
denunciadas en Francia e Inglaterra (Engels, 1845)
(Pérez, 1995:3-21). Este avance en el conocimi

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