domingo, 7 de abril de 2013

Diez datos sobre el saneamiento (OMS)



Un agente de salud inspecciona una letrina en una zona rural.
OMS/PAHO/Carlos Gaggero
La falta de saneamiento representa un grave riesgo para la salud y una afrenta a la dignidad humana que afecta a miles de millones de personas en el mundo, particularmente grupos pobres y desatendidos. Si la tendencia continúa según lo previsto, en 2015 habrá en el planeta 2700 millones de personas sin acceso al saneamiento básico.
Tanto a raíz de un desastre como en la vida diaria, las intervenciones de salud pública que permiten el saneamiento adecuado de las comunidades evitan la propagación de enfermedades y ayudan a salvar vidas. También mejoran la calidad de vida de muchas personas, particularmente mujeres y niñas, que a menudo desempeñan las tareas domésticas y pueden afrontar riesgos personales cuando tienen que hacer sus necesidades a la intemperie.
El saneamiento es un derecho humano y un elemento fundamental de la prevención primaria para mejorar la salud. Desde sus inicios, la OMS ha reconocido que el saneamiento es vital para la salud mundial. Hoy por hoy, la Organización sigue ayudando a los Estados Miembros a mejorar el saneamiento, responder a las necesidades de saneamiento durante las emergencias y mejorar las políticas y medidas para ampliar el acceso a este servicio básico

2 comentarios:

  1. ANTECEDENTES DEL SANEAMIENTO
    Los sistemas convencionales tienen su origen en las civilizaciones griegas y romanas. Estas fueron las principales pioneras de los sistemas de saneamiento actuales y las precursoras de la ingeniería hidráulica, integrando el suministro de agua en las calles de ciudades como Pompeya, sistemas de drenaje abiertos para evitar las inundaciones en las urbes y desagües para la recogida y eliminación de aguas residuales de las zonas pobladas. Las condiciones insalubres y de hacinamiento fueron generalizadas en estos tiempos provocando periódicamente grandes pandemias como la Muerte Negra a mediados del Siglo XIV. Estos problemas sanitarios provocaron la sustitución de los caces al aire libre por las canalizaciones soterradas similares a las usadas actualmente con el objetivo de mejorar las condiciones higiénico sanitarias y proteger la salud pública.
    Salida de la Cloaca Máxima, construida sobre el 600 A.C el primer sistema de saneamiento romano, hoy en día forma parte del sistema de evacuación de pluviales del centro de que vertía los residuos de la ciudad al río Tíber.
    Los inicios de la explosión demográfica en el siglo XVII generan un crecimiento desmedido de la población gracias al desarrollo de la agricultura y la ganadería. La mayor disponibilidad de alimento permite que la población crezca rápidamente y consecuentemente se genera un importante desarrollo urbanístico y un aumento de las superficies impermeables. Los problemas de cantidad de agua comienzan a ser evidentes y se plantea un nuevo problema, la saturación de las redes de saneamiento. El incremento de las conexiones a las redes, el aumento de la escorrentía pluvial y el desplazamiento de los núcleos urbanos a zonas con alto riesgo de inundabilidad generan problemas de capacidad en las redes. De nuevo un problema es el causante de una evolución correctiva en el saneamiento, la introducción de los aliviaderos. Los aliviaderos actúan como válvulas reguladoras de las redes en momentos de caudales punta disminuyendo la presión de los sistemas al liberar la cantidad de agua excedente y generando las conocidas DSU (Descargas en los Sistemas Unitarios).
    En los años cincuenta del siglo XX la revolución industrial supone la introducción del concepto de calidad del agua, las cuales dieron lugar a numerosas epidemias que pusieron en evidencia la conexión entre el estado sanitario del agua de consumo y el desarrollo de enfermedades. La industria se introduce como la principal fuente de contaminación química y produce un cambio en la percepción y enfoque de los aliviaderos y las DSU. Las DSU liberan todo el efluente sin previo tratamiento a los cuerpos receptores y se convierten en una importante fuente de contaminación de los cuerpos de agua. Las políticas del agua se comienzan a centrar en la minimización de la contaminación en función de los usos del agua y se introducen el término de control de la calidad de agua.
    El primer paso para la solución del problema fue la construcción de desagües de los edificios –los cuales, hasta entonces, solamente disponían, a lo sumo, de pozos negros– y su conexión a los conductos de drenaje, dando origen a los primeros alcantarillados de tipo unitario, sistema que, posteriormente, fue adoptado por la mayor parte de las ciudades.
    la construcción de las primeras redes de alcantarillado puso de manifiesto que, aunque contribuían a la reducción del número de puntos de vertido, mejorando, evidentemente, las condiciones locales respecto a la situación anterior, se producía una mayor concentración de la contaminación, que, inmediatamente, produjo un agravamiento del estado de los ríos, creando condiciones higiénicas y ambientales inaceptables, por lo que se sugirió la idea de que el vertido de aguas residuales no debería realizarse a aquéllos, sino que debería utilizarse para fertilizar el suelo, con lo cual se proponía el primer sistema de tratamiento y se completaba el anterior concepto de saneamiento, basado en la recogida y transporte del agua residual, con el de su depuración.

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  2. también existen artículos sobre el saneamiento en la Ley General de Salud, los más importantes son:

    Artículo 117. .- La formulación y conducción de la política de saneamiento ambiental corresponde a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología, en coordinación con la Secretaría de Salud, en lo referente a la salud humana.

    Artículo 118. .- Corresponde a la Secretaría de Salud:
    I.
    Determinar los valores de concentración máxima permisible para el ser humano de contaminantes en el ambiente;

    II.
    Emitir las normas técnicas a que deberá sujetarse el tratamiento del agua para uso y consumo humano;

    III.
    Establecer criterios sanitarios para la fijación de las condiciones particulares de descarga, el tratamiento y uso de aguas residuales o en su caso, para la elaboración de normas oficiales mexicanas ecológicas en la materia;

    IV.
    Promover y apoyar el saneamiento básico;

    V.
    Asesorar en criterios de ingeniería sanitaria de obras públicas y privadas para cualquier uso;

    VI.
    Ejercer el control sanitario de las vías generales de comunicación, incluyendo los servicios auxiliares, obras, construcciones, demás dependencias y accesorios de las mismas, y de las embarcaciones, ferrocarriles, aeronaves y vehículos terrestres destinados al transporte de carga y pasajeros, y

    VII.
    En general, ejercer actividades similares a las anteriores ante situaciones que causen o puedan causar riesgos o daños a la salud de las personas.

    Artículo 119. .- Corresponde a la Secretaría de Salud y a los gobiernos de las entidades federativas, en sus respectivos ámbitos de competencia:
    I.
    Desarrollar investigación permanente y sistemática de los riesgos y daños que para la salud de la población origine la contaminación del ambiente;

    II.
    Vigilar y certificar la calidad del agua para uso y consumo humano, y

    III.
    Vigilar la seguridad radiológica para el uso y aprovechamiento de las fuentes de radiación para uso médico sin perjuicio de la intervención que corresponda a otras autoridades competentes.

    IV.
    Disponer y verificar que se cuente con información toxicológica actualizada, en la que se establezcan las medidas de respuesta al impacto en la salud originado por el uso de sustancias tóxicas o peligrosas.

    Artículo 120. .- La Secretaría de Salud y los gobiernos de las entidades federativas, en sus respectivos ámbitos de competencia, se coordinarán con las dependencias y entidades competentes del sector público para la prestación de los servicios a que se refiere este Capítulo.

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